lunes, 3 de marzo de 2014

El progreso industrial se mueve sobre raíles



Arabia Saudí se ha convertido en uno de los destinos principales de los proyectos relativos a la construcción e instalación de  infraestructuras ferroviarias con sello español.





Recientemente el Ministerio de Fomento ha estado de visita en el país árabe para asentar una relación a largo plazo y así aprovechar las necesidades futuras que este pueda tener, ya que se prevé que se puedan realizar unas licitaciones que alcanzarían los 100.000 millones de euros. Actualmente en la región se están realizando las labores de construcción de  la vía ferroviaria AVE que unirá Medina con La Meca. Un recorrido ideal para poner a prueba la funcionalidad y calidad de la gestión española, en uno de los destinos principales de la región musulmana que congrega un peregrinaje masivo de ciudadanos.

Entre los proyectos más interesantes destacan:  el corredor ferroviario norte-sur al que aspiran Renfe y Adif, la conexión de mercancías de este-oeste (Golfo Pérsico-Mar Rojo) y el metro de Jeddah. Además de otras oportunidades en puertos, aeropuertos y edificios de carácter público, como es el ejemplo de OHL, la cual está interesada por la construcción del nuevo hospital de Riad, y así convertirse en el más grande del mundo. Además, FCC, otra empresa española, se acaba de adjudicar parte de las obras del metro de Riad, por 6.000 millones de euros, una superestructura gestionada a través de un consorcio hispano-saudí de doce empresas: Adif, Alshoula, Al-Rosa, Cobra, Consultrans, Copasa, Siemens, Imathia, Indra, Ineco, Inabensa, OHL, Renfe y Talgo.

La imagen de España en este proyecto se está viendo favorecida por los retrasos por parte de las empresas chinas, responsables de las obras de plataforma, retrasando la entrega del proyecto de 36 a 52 meses. Para evitar mayores retrasos, la Saudi Railways Organization (SRO), ha pedido al consorcio español que comiencen a trabajar en otras áreas para ir adelantando el trabajo.

Y por otra parte, con retrasos también, se llevará a cabo la licitación del AVE en Brasil, el cuál unirá la ciudad de Río de Janeiro y Sao Paulo. Un proyecto estimado en unos 13.000 millones de euros, con la construcción de una línea de alta velocidad de 511 km., y gestionado por el consorcio de empresas públicas Renfe, Adif e Ineco, y las firmas privadas ACS, Talgo, Indra, Elecnor, Abengoa, Thales, Bombardier y Dimetronic.

El retraso en este último proyecto se ha llevado decidido como conveniente para así analizar los diferentes riesgos de tipo financiero y tecnológico. Esta es una medida prudente ya que es la primera concesión mundial que sale a concurso de este tipo de servicio, y así poder evitar retrasos durante la construcción del proyecto por una falta de análisis general, como podría ser un incremento de costes inesperado.

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